lunes, 4 de julio de 2011

Hierbas medicinales

Podemos definir la medicina herbaria como el arte y la ciencia de restaurar la salud mediante remedios vegetales. Estos remedios, denominados generalmente «hierbas», pueden provenir de árboles, arbustos, algas o líquenes. En este contexto, el término «hierba» tiene una connotación diferente a la que recibe en botánica y jardinería. Una característica importante de la medicina herbaria es que los remedios que utiliza comprenden todo el complejo biogenético de la planta y no solamente productos químicos aislados o sintéticos producidos con extractos de la planta o elaborados en el laboratorio.

La finalidad de la medicina herbaria consiste en estimular los procesos recuperativos del cuerpo, en ocasiones denominados homeostasis, al tiempo que restablecen un equilibrio fisiológico saludable mediante el empleo de remedios elaborados en el contexto de una célula viva y suministrados como un conjunto biodinámico. La observación clínica ha demostrado que los remedios producidos con plantas enteras, que engloban los principios activos así como el complejo de proteínas, enzimas, elementos naturales (como hierro, flúor, cobre)

otros metabolitos primarios, son fácilmente asimilables por el organismo y se encuentran libres de los efectos tóxicos secundarios de la quimioterapia.

Los orígenes de la medicina herbaria se pierden en la antigüedad. Todos los animales dependen de las plantas para obtener el alimento y el oxígeno que necesitan. Nada más natural que en la antigüedad se descubriese el empleo de las plantas como medio para corregir una salud enferma. La cabra de las fábulas de Virgilio conocía las propiedades del díctamo (Origanum dictamnum) que empleaba como medicamento antiséptico y vulnerario cuando era herida por una flecha (La Eneida, XII, 412). Más recientemen­te, a la perra de un colega se le desarrolló un cáncer de mama, y pudimos apreciar que sentía un deseo insaciable por las hojas de violeta.

Ese instinto, común entre los animales, como puede testimoniar cualquier campesino, casi se ha extinguido en el habitante de las ciudades de nuestra civilización tecnológica. Aunque se cree que la medicina herbaria tradicional apareció en la India, China y Egipto varios milenios antes de Cristo, las evidencias escritas más antiguas fueron descubiertas en Egipto (Papiro de Ebers, 1500 a.c.) y en Asiria (650 a.c.).

Los resultados terapéuticos de estas hierbas mencionados en los anteriores documentos y en la tradición griega, han sido identificados como remedios por la terapéutica actual.

La acción medicinal de las plantas fue em­pleada por Dioscórides y por Galeno como base para elaborar una clasificación. Esta práctica de clasificación fue seguida por los herboristas ingleses, como John Parkinson cuyo Theatrum Botanicum (1640) contiene la descripción de
3.800 plantas clasificadas de acuerdo a sus propiedades medicinales. Algunos manuales her­barios como los elaborados por Otto Gessner (1974) y por Schau­enberg y Paris (1977) siguen este método, consistente en agrupar los remedios según sus componentes y acciones principales.

No hay comentarios:

Publicar un comentario